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Biblioteca en Ljubljana

La Biblioteca se plantea como una construcción clara y luminosa que integra los restos arqueológicos donde a través del orden que imprimen el Kardo y del Decumano, se organizan con claridad las distintas partes del programa. Así la geometría del trazado romano impregna la nueva arquitectura, que en su perímetro, se acomoda a la geometría de la ciudad de hoy. El edificio, que se vuelca hacia el vacío interior sobre el cruce de las calles romanas, tiene un volumen claro y una imagen reconocible. El edificio puede describirse por cuatro volúmenes nítidos de alturas variables alrededor de un gran vacío, que alojan distintas partes de la Biblioteca y que se envuelven por una piel que genera espacios de transición abiertos y verticales que miran a la ciudad. La cubierta se pliega para adaptarse a las distintas alturas mientras que la ligera estructura perimetral sobrevuela los restos arqueológicos, visibles desde la ciudad.