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Bodegas Real

En el interior de un cortijo del siglo XVIII, única construcción en un paisaje marcado por el trazado geométrico regular de viñedos y olivares que precisaba ser adaptado para nuevos usos enológicos, se desliza en el gran patio una nueva estructura en forma de estrella irregular de cuatro brazos. Partiendo de la organización de la hacienda dispuesta alrededor del patio, tradicionalmente centro de actividad agrícola de la finca, el umbráculo organiza las nuevas intervenciones y recorridos sin tocar los viejos muros encalados. El espacio queda organizado en partes de altura variable donde las distintas piezas se articulan de forma autónoma bajo la cubierta continua que en su centro tiene un pequeño patio con una fuente pentagonal. De esta manera en el corazón de la edificación existente se introducen los nuevos usos y la ligera estructura metálica se convierte en lugar de estancia y actividad de la bodega, enlazando el conjunto de espacios construidos y espacios abiertos.

Bibliometro es un nuevo concepto de biblioteca pública instalada en diversas estaciones del Metro de Madrid, en las que los pasajeros pueden tomar libros prestados. Estos pequeños pabellones están inmersos en la circulación de pasajeros y su forma sinuosa se adapta a ese flujo. Se construyen con vidrio translúcido de forma que los libros pueden intuirse desde el exterior. Para elegirlos, el usuario empleará una pantalla táctil, se dirigirá a la ventanilla de préstamo y los devolverá en un buzón de cualquier otra estación de Metro de Madrid cuando los haya leído. El objeto, ligero y de reducidas dimensiones, de forma resbaladiza se acomoda con naturalidad a las circulaciones de la estaciones.

El proyecto estudia el carácter que debe tener una actuación en la ciudad hilvanada con el paisaje urbano, el parque y con las amplias vías que lo envuelven. Se trata no solo de la resolución precisa del programa de vivienda social, sino de aprovechar la capacidad de ordenación del proyecto para articular el espacio urbano en beneficio de la ciudad. Los volúmenes se despliegan en planta y en altura hasta convertirse en una torre doble en el vértice del solar en la que se concentran las vistas sobre el parque. El plano de apoyo se rehúnde para ser basamento común y acceso a los portales, proyectados como espacios semipúblicos enlazados con los edificios, de forma que la linealidad del bloque abierto no excluye la formación de espacios de pequeña escala, propiciando visiones longitudinales, transversales y diagonales. Las viviendas, con la zona de día pasante y fondo de bloque de doce metros, permite ventilación cruzada y variantes con la combinación de estas piezas.

En la iglesia de San Pablo en Cuenca, junto a la imponente Hoz del Huécar, en austero interior gótico acorde con la intensidad de las obras que componen la colección, se instala de forma permanente el Espacio Torner como lugar de contemplación de las obras del artista. La instalación respeta la integridad de la iglesia existente que incorpora en el nuevo suelo los necesarios elementos técnicos y la nueva arquitectura que se instala con naturalidad en el espacio desacralizado. Se establece así, a través de una contenida estructura de paneles exentos, una relación arquitectónica precisa frente a la escala del templo. La distribución está constituida por paramentos de madera pintada que incorporan la iluminación, exentos de los muros de la iglesia y que configuran una arquitectura dentro de otra, sin apropiarse sin embargo de las bóvedas, tenuemente iluminadas con luz dorada. Desde el exterior, la intervención sólo se adivina por la puerta giratoria abierta al balcón sobre el cortado del Huécar.

El aulario amplía la existente Facultad de Psicología hacia su límite naciente, donde la orientación y las vistas del campus son más apropiadas. De esta forma, el pabellón de tres plantas de altura, alinea su cornisa con la de la antigua Facultad y su volumen queda integrado con el ya construido. El sistema de patios del edificio existente se continua con dos nuevos patios que separan las construcciones antigua y nueva, añadiéndose el estrecho pabellón que constituye la ampliación como final de la Facultad, que se articula interiormente con una tendida escalera doble como lugar de relación de los alumnos. Los materiales utilizados, hormigón visto y vidrio, difieren expresamente de la fábrica de ladrillo visto de la antigua Facultad con la intención de construir un aulario con personalidad propia, integrándose sin embargo en la escala dimensional de la Facultad.

Se trata de una biblioteca muy pequeña, situada en un mar de adosados nuevos sin carácter, entre los cuales el edificio debía significar su presencia pública. Un muro de hormigón visto de una planta de altura sin huecos, encofrado con planchas de metal estirado que dejan su huella en la superficie, constituye el cerramiento y sobre él se levantan los dos grandes lucernarios que iluminan las salas de lectura. El interior continuo se estructura en torno a dos patios abiertos en forma de artesa, uno para la zona de adultos y otra para la de niños y se domina prácticamente desde la entrada. A los patios es posible salir para pasear ó leer. Una retícula de pilares metálicos soporta la cubierta revestida interiormente de viroterm pintado, obedeciendo al reducido presupuesto y al necesario silencio. Las cubiertas inclinadas en forma de prisma de las salas y su interior de madera de okume, son visibles desde el exterior sobre el cerramiento de hormigón.

La Olmeda recupera la huella y los mosaicos de una Villa del siglo IV en un paisaje horizontal de choperas y supone, además de su exposición y protección arqueológica, la inserción de un gran volumen en un lugar no construido, convirtiendo el lugar arqueológico en una construcción en el paisaje. En el interior, bajo la ligera cubierta laminar, organizada en cuatro bóvedas, se integran yacimiento y mosaicos, iluminados a través del cerramiento de chapa perforada que varía su densidad en altura, para tamizar la luz. La estructura metálica de la cubierta es de base romboidal e interiormente queda visto como un artesonado. Dentro del amplio espacio arqueológico, una pasarela de madera horizontal, se dilata y comprime según los puntos de contemplación de los mosaicos articulando el recorrido. Las distintas salas se delimitan con tejidos metálicos suspendidos, favoreciendo la contemplación de los mosaicos iluminados en ámbitos diferenciadas y recuperando espacialmente las estancias. Se quiere así presentar al visitante un organismo complejo, evitando dominar de un solo golpe de vista toda la excavación.

Tan compacto y preciso como las siglas que denominan esta obra es el proyecto de 101 viviendas de realojo para la Empresa Municipal de la Vivienda de Madrid. La ordenación impuesta, un bloque en U era tan rígida como la propia normativa de proyecto. Estos condicionantes, asumidos como factor determinante de la solución, adquieren un papel tiránico en el planteamiento del bloque, organizado con cuatro núcleos verticales, que persigue ser un edificio unitario. Esta compacidad de la planta se traduce al exterior en la densidad de la fachada en la que se abren los huecos seriados que resuelven en sí mismos las distintas situaciones posibles de la vivienda: estar, dormitorio ó cocina. Los cajones prefabricados varían según su orientación y resuelven tanto la carpintería, persiana, protección de planta baja, ventilación de cocinas, o la ocultación de vistas en tendederos con vidrio traslúcido.

El entorno del Museo, rodeado de edificios de gran altura y carente de espacios públicos, ha determinado su volumetría compacta. El acceso se proyecta desde la nueva plaza sobre-elevada, liberada en la trama urbana y arbolada con una retícula de palmeras. Se configura de esta manera un espacio público, recinto abierto a la ciudad, antesala del Museo. Con un exterior opaco, construido con grandes piezas de mármol de Almería, el Museo encierra un interior luminoso, vertebrado por un vacío interior que permite relacionar las diferentes plantas entre sí y con el conjunto, orientando al visitante y enlazando las salas de exposición en tres niveles, donde se exhibe la valiosa colección arqueológica. En determinados puntos se abren huecos localizados como ojos que miran hacia el exterior. La iluminación cenital se tamiza interiormente con un filtro horizontal de piezas modulares de madera de okume que construyen un artesonado de luz.